Page 75 - Atlas de Riesgo Vigente
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Coordinación General de Protección Civil del Estado de México
                H. Ayuntamiento de Ocoyoacac.

               El sistema N-S es el más antiguo y ha sido reactivado en diferentes tiempos, ya que se han determinado          Figura 24 Modelo idealizado de la Sierra las Cruces en corte transversal, donde se aprecian los tres
               periodos de actividad durante el Eoceno tardío (Alaniz-Álvarez y Nieto-Samaniego, 2005), reactivación y         bloques mencionados; bloque norte, bloque centro y bloque sur.
               emplazamiento de la Sierra de Las Cruces durante el Plioceno, y posterior reactivación y afectación de la
               misma SC durante el Pleistoceno tardío, ya que las fallas cortan a flujos de bloques y cenizas con edades
               de 600000, 430000, y 270000 años (Mooser, 1975).

               La zona de fallas NE-SW es el segundo sistema de fallas que caracteriza a la Sierra de Las Cruces y
               pertenece a la zona de cizallamiento Tenochtitlan (de Cserna et al., 1988), que se localiza entre Petatlán,
               Guerrero, y la porción norte de la cuenca de México. Se trata de una estructura reactivada para la cual se
               ha documentado que actuó como un sistema de fallas laterales izquierdas durante el Mioceno tardío en la
               región de Apan, Estado de Hidalgo (García-Palomo, 2002), y posteriormente como fallas normales durante
               el  Pleistoceno,  y  que  han  controlado  el  vulcanismo  y  deformación  desde  las  inmediaciones  de  Toluca
               (García-Palomo et al., 2000; Aguirre-Díaz et al., 2006b; Blatter y Carmichael, 1998)

               El  tercer  y  último  sistema  reconocido  dentro  de  la  SC es el  sistema  activo  de  fallas  E-W,  el  cual  está
               regionalmente asociado a la zona de fallas Chapala-Tula (Johnson y Harrison, 1990) o sistema de fallas de
               Acambay-Morelia (Suter et al., 1991). Esta zona de fallas se caracteriza por la presencia de fosas tectónicas
               delimitadas por pilares, las cuales son conocidas como: la fosa de Chapala, Cuitzeo, Acambay (Martínez-
               Reyes  y  Nieto-Samaniego,  1990),  Barrientos  (Mooser,  1992;  Flores-Moro,  2006),  Tláhuac-Tulyehualco
               (Magaña, 2003; Colín-Rodríguez, 2006) y Aljibes (Suter et al., 1995). Los elementos que constituyen el
               sistema de fallas E-W en la SC se caracterizan por tener longitudes  cortas, con arreglos paralelos y en
               échelon y conforman varias estructuras importantes entre las que sobresale la falla Ixtlahuaca.





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